Desinsectación: métodos profesionales para eliminar insectos de forma segura
Nadie quiere tener en su hogar insectos invadiendo su espacio. Esas plagas indeseadas se cuelan por cualquier rincón, hacen sus nidos y se reproducen rápidamente trayendo consigo suciedad, malos olores y enfermedades. La desinsectación es la forma más adecuada de deshacerse de ellas y evitar su proliferación.
Con este método, no solo se eliminan los insectos indeseados, sino que también se consigue prevenir su reaparición. A través de la desinsectación se puede eliminar termitas, cucarachas, hormigas, arañas, chinches de cama, moscas y mosquitos.
Métodos profesionales para eliminar insectos de forma segura
Para empezar, estos métodos deben ser realizados por empresas de control de plagas, dada la meticulosidad que se requiere. Además, la mayoría de estos métodos implican el uso de elementos químicos que deben ser manejados por profesionales del sector.
Inspección y evaluación
Lo primero que se debe hacer es una inspección y evaluación del área. Esto permitirá identificar varios datos de valor, como el tipo de insecto que hay, su origen, si tienen nidos o si la infestación está en más de un área.
Tratamientos químicos controlados
Aplicación de insecticidas profesionales de manera controlada y segura. Se trata de asegurar la mínima exposición a personas y mascotas, evaluando el riesgo asociado con los químicos a usar para la toma de precauciones debida. Para ello, se preparan las áreas afectadas, retirando cualquier elemento que pueda ser dañado por los químicos como comidas, medicamentos, etc.
Conociendo a qué tipo de insecto se enfrentan, los especialistas en eliminación de plagas eligen insecticidas específicos basados en el tipo y ubicación. Utilizan productos aprobados y registrados para garantizar la seguridad. Esto puede implicar el uso de aerosoles, polvos, líquidos o cebos, según la situación.
Después de la aplicación, se permite el tiempo necesario para que los productos químicos se dispersen y se ventile el área. Se establece un periodo de tiempo antes de que las personas puedan volver al lugar tratado.
Control biológico
El control biológico es una estrategia segura y sostenible que suele usar una buena empresa de desinsectación como método preventivo para eliminar insectos. En este caso, utiliza organismos vivos que actúan como depredadores naturales.
Este enfoque se basa en equilibrar los ecosistemas y reducir las poblaciones de plagas de manera selectiva. Por ejemplo, si se trata de controlar pulgones, se liberan mariquitas.
Otra acción es el uso de los nematodos beneficiosos, gusanos microscópicos que parasitan e infectan larvas de insectos. Se aplican al suelo para controlar las poblaciones de insectos en la etapa larval. Algunas plantas liberan compuestos que repelen insectos o atraen a insectos beneficiosos. Integrar estas plantas en el entorno puede ayudar a controlar las plagas.
Es importante destacar que el control biológico puede llevar tiempo para mostrar resultados y generalmente es más efectivo como parte de un enfoque de manejo integrado de plagas (MIP). Además, se debe considerar la selección cuidadosa de organismos de control biológico para minimizar los impactos no deseados en el entorno.
Este enfoque es considerado seguro y respetuoso con el medio ambiente, ya que reduce la dependencia de productos químicos sintéticos.
Manejo Integrado de Plagas (MIP)
Es un enfoque que combina diversas estrategias para controlar las plagas de manera efectiva y sostenible. El objetivo principal del MIP es minimizar los daños causados por las plagas y reducir al máximo el uso de pesticidas químicos.
Con este método se establecen niveles de infestación específicos que indican cuándo es necesario tomar medidas de control. Esto ayuda a evitar tratamientos innecesarios. Con el MIP se identifican las plagas y se estudian los enemigos naturales presentes en el entorno para aplicar un control biológico. Esto incluye depredadores, parasitoides y patógenos naturales.
Se implementan prácticas agrícolas que reducen las condiciones favorables para las plagas, como la eliminación de restos de cultivos y la gestión adecuada de la vegetación circundante.
Cuando sea necesario el uso de pesticidas, las empresas para eliminar termitas u otro tipo de insectos, eligen productos químicos que minimizan los impactos en organismos no objetivo y en el medio ambiente.
El MIP es una estrategia eficaz y sostenible que busca equilibrar la necesidad de lograr el control de plagas de avispas o cualquier insecto. Este enfoque es aplicable en la agricultura, jardinería y otros contextos donde el control de plagas es necesario.
Tratamientos térmicos
El tratamiento térmico para la eliminación de insectos es una técnica que utiliza altas temperaturas para erradicar infestaciones de insectos en diferentes entornos. Sobre todo, en el caso de chinches de cama. Se prepara el área para el tratamiento, asegurándose de que los objetos sensibles al calor se retiren o protejan adecuadamente. Se pueden utilizar termómetros para vigilar las temperaturas.
Para la realización de este método son necesarios equipos especializados como calentadores de aire o generadores de vapor. Con estos, se eleva la temperatura del área infestada durante varias horas a niveles mortales para los insectos, por encima de los 48° centígrados.
Es importante garantizar que el calor se distribuya de manera uniforme en todas las áreas afectadas, por lo que también se necesitan ventiladores. Además, se ha de controlar constantemente que la temperatura se mantenga al nivel deseado.
Tras alcanzar las temperaturas necesarias y garantizar la erradicación de los insectos, se procede a enfriar el área de manera controlada.
Desinsectación con gas
La desinsectación con gas implica el uso de gases para eliminar insectos en espacios cerrados. Este método se utiliza en situaciones especiales donde la infestación es severa o difícil de tratar con otros enfoques.
Habiendo evaluado el sitio, se elige un gas específico para el tipo de insecto y la situación. Algunos de los gases comúnmente utilizados incluyen fosfina, sulfuro de hidrógeno, bromuro de metilo y otros. Para la aplicación de este método es necesario evacuar personas y mascotas del área a desinsectar, proteger alimentos, objetos sensibles y sellar herméticamente el área.
La aplicación controlada es fundamental para garantizar una distribución uniforme del gas en todas las áreas, alcanzando incluso lugares de difícil acceso. El tiempo de retención puede variar según el tipo de gas utilizado y las condiciones del entorno.
Después de la exposición, se inicia un proceso de ventilación controlada para eliminar el gas del área. Esto puede incluir el uso de sistemas de ventilación y vigilancia de la calidad del aire.
Monitorización continua
La aplicación de cualquiera de estos métodos de desinsectación no dará resultados positivos si no se establece un programa de control constante para detectar cualquier signo de reaparición de insectos.
Es importante destacar que estos métodos deben ser realizados por profesionales capacitados y con licencia. Además, se deben seguir las recomendaciones de seguridad proporcionadas por la empresa de control de plagas para garantizar la seguridad de las personas y el medio ambiente.